Pasante de la Pontificia Universidad Javeriana. Poder realizar la práctica de la carrera en un lugar como Del Hierro Abogados, es una experiencia enriquecedora en diversas formas. En estos momentos tan cruciales que uno vive como estudiante, es un privilegio poder poner en práctica los conocimientos adquiridos hasta el momento, en un lugar que, no solo tiene en cuenta al pasante, sino que, además, hace visible el valor de los aportes que una mente fresca puede aportar en un equipo de trabajo. De hecho, gracias a ese aspecto particular, quiero resaltar la característica que considero angular en el ambiente de la firma. Es un equipo de trabajo, no un grupo más de abogados. Lo considero un equipo porque, durante el tiempo que pertenecí a él, pude ver que sus integrantes trabajan como un TODO y por un FIN común. Al tener este horizonte claro, el ambiente es mucho más agradable y llevadero, pues tiene uno el apoyo de un colega en el sitio de trabajo. Esto, por supuesto, es totalmente benéfico para el cliente, pues detrás de un trabajo de calidad, se propicia el ambiente a que haya varias cabezas que lo construyen. Esto me hace ver que la firma tiene como objeto principal a la persona, como un individuo único, con características propias, que puede aportar un amplio universo de posibilidades a la hora de analizar un problema jurídico. En cuanto al conocimiento que adquirí en la firma, puedo decir que no solo puse en práctica conocimientos que la carrera me ha brindado, sino que, para mí fue una experiencia de la que aprendí de otros tantos temas, los cuales, eran desconocidos para mí.